Historia de Ayaví
Cuenta la tradición, que en el lugar denominado NIÑO PUQUIO lugar muy contiguo al actual templo del Niño (unos 50 metros) existe un manantial considerado sagrado por sus visitantes, manifiestan que en ese lugar un tiempo no precisado, apareció un niño vivo y hermoso, que decía que había llegado de muy lejos para quedarse allí con su vestimenta como se le contempla hoy, jugando con otros niños de su edad que eran hijos de los pastores del lugar, a quienes les decía que quería quedarse para siempre, para lo cual deberían hacerle una casita de tal manera las apariciones eran más frecuentes, por lo que los lugareños optaron por construir un templo pequeño para el visitante, luego un buen día apareció como es hoy día, dando origen a la veneración y peregrinación de los pobladores de los lugares cercanos, sobre todo por ser un sitio apropiado como para aposento de viajeros de la costa hacia la sierra, ya que aquél entonces no había otra vía para llegar a Huamanga, Huancavelica, Lircay, Andahuaylas, Chincheros y otros lugares de la sierra central.
